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lunes, 21 de septiembre de 2009

BARÓN ROJO: "EL ÚLTIMO GRAN HÉROE"



























MANFRED VON RICHTHOFEN



Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, militar y aviador alemán (Breslavia, Imperio Alemán, nació el 2 de mayo de 1892, murió en Vaux-sur-Somme, Francia, el 21 de abril de 1918, a los 25 años de edad, más conocido como "Barón Rojo", fue un piloto alemán que consiguió derribar ochenta aeroplanos enemigos durante la Primera Guerra Mundial antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme, en el norte de Francia.

Héroe de los alemanes y respetado por sus enemigos durante la Primera Guerra Mundial, permitía escapar a sus víctimas malheridas. Su unidad fue responsable del derribo de 88 aviones británicos, del total de 151 que abatió la aviación alemana. Por ello recibió la Medalla al Mérito Militar.

Sus aviones, el caza Biplano Albatros y luego el triplano Fokker, le permitían una amplia capacidad de maniobras y piruetas. Sin embargo la mayoría de sus victorias en combates aéreos las consiguió en un avión tipo Albatros.



EL BARÓN ROJO PREPARÁNDOSE PARA DESPEGAR




BIOGRAFÍA

INFANCIA Y JUVENTUD

Nació el 2 de mayo de 1892 en la ciudad de Breslau, por entonces capital de Silesia, hoy Wroclaw perteneciente a Polonia.

De niño se trasladó con su familia a Schweidnitz (hoy Swidnica, Polonia).

Era el mayor de tres hermanos. Miembro de la familia aristocrática terrateniente Richthofen, el padre de Manfred había llegado a ocupar un alto cargo en el regimiento de Ulanos Nº 12, una unidad perteneciente a la poderosa caballería prusiana.

Manfred y su hermano pequeño Lothar quisieron seguir los pasos de su padre, alistándose jóvenes en el ejército imperial.

Practicó caza y equitación y cuando completó su adiestramiento como cadete, se alistó en los Ulanos (caballería alemana), siendo nombrado tres años después teniente del primer regimiento.


PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Durante la Primera Guerra Mundial, von Richthofen pasó de la caballería (donde ganó la condecoración de la Cruz de Hierro) a la infantería, pero en esta modalidad no prosperó, ya que las condiciones que se vivían en las trincheras eran inhumanas y "muy aburridas", según sus palabras.

Finalmente encontró su lugar bajo el sol alistándose en la aviación, donde demostró una gran capacidad con esta arma, completamente innovadora para lo que hasta entonces había sido la guerra.

La producción de aviones se incrementó desde los 300, que tenían todos los contrincantes al principio de la contienda, hasta los 150.000 al finalizar.

No logró destacar en la academia de aviadores, aunque luego en combate, demostró ser muy capaz. En el principio sólo se dedicó a observar y fotografiar el frente oriental, pero él lo que quería eran aventuras.

En la Luftstreitkräfte, su encuentro con otro gran aviador, Oswald Boelcke, fue decisivo para su éxito. Boelcke lo seleccionó para el grupo de combate Jagdsstaffel o JASTA 2. Ya su primer combate fue una victoria.

Sucedió sobre el cielo de Cambrai, Francia el 17 de septiembre de 1916.
Durante estos primeros meses se destacó por su agudeza visual y su innato don para afrontar el peligro. Sus compañeros decían que se transformaba su personalidad cuando cogía los mandos de su avión.




















FOKKER DR.I

RÉPLICA DEL TRIPLANO DEL BARÓN ROJO

Durante los siguientes 20 meses se destacaría como el mejor as de la aviación alemana durante toda la Primera Guerra Mundial. Llegaría a superar el número de victorias de Boelcke: 40, un récord hasta entonces.

En su victoria 11 consiguió derribar el biplano del as británico Lanoe Hawker. En enero de 1917 recibió la Cruz Pour le Mérite.

En 1917 se le confirió el comando del JASTA 11, que luego fue conocido como el Circo Volante, por los vivaces colores que presentaban sus 14 aviones, los cuales al igual que un circo, se trasladaban por ferrocarril al lugar adonde se los requería.

Se ganó el apodo de Barón Rojo porque su avión estaba pintado de rojo de forma que sus rivales lo reconocieran; hábil maniobra psicológica, pues sus enemigos le temían mucho y admiraban su gran destreza guerrera.

Llegó a dirigir 58 misiones con total éxito, en las cuales derribó a unos 80 aviones, algo que nadie llegó a superar en ningún bando durante el resto de la guerra.

En abril sumó él solo, 20 derribos. Sus hombres insinuaban que su líder tenía un comportamiento suicida. Pocos meses después recibió el encargo de dirigir la primera ala de caza de la historia aérea, la JG 1, integrada por los Jasta 4, 6, 10 y 11. Esta unidad llegó a derribar 644 aviones con sólo 56 bajas.

Su hermano Lothar, alcanzó 40 victorias al final de la guerra en esta unidad, Kurt Wolf, 33 victorias y Karl Allmenroder 30 derribos. Todos lograron la Cruz Pour le Mérite.

El 6 de julio de 1917 recibió una bala perdida en el cráneo, que le provocó una terrible herida lesionándole el cerebro; pero él continuó volando pese a estar claramente incapacitado para soportar alturas.

Se comportaba como si fuera inmune a la muerte, no tomando precauciones e incluso violando las fundamentales reglas de vuelo que había escrito en su manual. Llevó vendada la cabeza durante mucho tiempo.

Poco después recibió con alegría un Fokker Dr I, un triplano que también pintó de rojo, y que tenía gran agilidad, aunque si se mantenía en rumbo fijo durante muchos minutos, se convertía en presa fácil.



EL ÍNCREÍBLE BARÓN ROJO










SU MISTERIOSA MUERTE


























RESTOS DEL AVIÓN DE RICHTHOFEN

Según las fuentes oficiales, fue el capitán canadiense Roy Brown el que consiguió matar al piloto alemán, aunque nuevas investigaciones apuntan a que fue el soldado de infantería australiano William John "Snowy" Evans el que disparó desde tierra la bala del .303 que acabó con su vida.

La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hígado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir. Según la opinión de los forenses, apenas contó con un minuto antes de perder la consciencia y solo un par de ellos en morir.

Poco se sabe sobre el soldado Evans, aparte de que murió en 1925, y probablemente falleció sin imaginar que él podía ser el causante de la muerte del piloto más famoso de la historia. Roy Brown dejó escrito un libro sobre sus combates y detalló todo sobre el último vuelo del Barón.

Fue enterrado con todos los honores militares por los mismos británicos, quienes le rindieron tributo. Su ataúd —cubierto de flores como ofrenda— fue llevado a hombros por seis miembros del escuadrón 209.

En el momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, que se encuentra en el mismo lugar donde cayó, se puede leer su epitafio:

Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz.

Tras su muerte, el mando del JASTA 11 fue asumido por Wilhelm Reinhardt, el cual murió en un accidente aéreo en julio de 1918, sucediéndole Hermann Göring, quien era uno de los ases más destacados de la aviación de caza en esos momentos, habiendo obtenido 22 victorias en la guerra .

El Barón Rojo dejó un libro, escrito en 1917, durante su convalecencia por el disparo en la cabeza. Lo tituló El Piloto Rojo, donde afirmaba que combatía en la aviación buscando una consecuencia para su vida.


FUNERAL DEL BARÓN ROJO




DATOS CURIOSOS

Era costumbre entre los pilotos tener una mascota. En el caso del Barón Rojo, su acompañante era un perro dogo alemán arlequín (Gran danés), llamado Moritz, si bien gran número de esas mascotas morían al seguir ciegamente a sus amos. Moritz tuvo suerte y escapó sólo con una oreja cercenada.

Como todos los pilotos de caza, el Barón Rojo también tenia su manera particular de celebrar cada victoria. En su caso, encargaba a un joyero de Berlín copas de plata de cinco centímetros de altura.

La primera llevaba grabada la inscripción "1 Vickerse 2 17.9.16". El primer número indicaba el orden del derribo, la palabra el tipo de aeroplano, el siguiente número los tripulantes, y finalmente la fecha de la victoria.

Con el tiempo, y visto que la colección de victorias aumentaba significativamente, pasó a encargar una copa el doble de grande cada decena. La serie de trofeos se interrumpió después de la victoria número 60, cuando el joyero le comunicó que no había más plata disponible y que sólo podría fabricar copas con un material de peor calidad.

Se decía, en esos tiempos, por superstición, que los pilotos que se fotografiaban antes de un vuelo sufrirían de una terrible mala suerte. La última fotografía hecha al Barón Rojo fue hecha, justamente, sólo segundos antes de que volara por última vez mientras jugaba con un perro.

Después de su derribo, el 6 de julio de 1917, su carácter pareció cambiar a peor. Se mostraba a menudo sombrío, y comentó en muchas ocasiones que "sabía" que no iba a ver el final del conflicto.

Sus primeros dos derribos fueron desde el segundo asiento de un avión de reconocimiento con una ametralladora trasera.


RECONOCIMIENTO MUSICAL

Tanto fue la fama de este héroe alemán, que hasta en España se le ha hecho un reconocimiento a sus hazañas, y un grupo de HEAVY METAL español decidió llevar su nombre.




















BARÓN ROJO : GRUPO DE HEAVY METAL ESPAÑOL

PRIMERA FORMACIÓN:
(SEGÚN FOTO: DE IZQUIERDA A DERECHA)

JOSÉ LUIS CAMPUZANO "EL SHERPA": BAJISTA Y VOCALISTA.

ARMANDO DE CASTRO: GUITARRISTA.

CARLOS DE CASTRO: GUITARRISTA Y VOCALISTA.

HERMES CALABRIA: BATERISTA.


El grupo "BARÓN ROJO", liderado por los hermanos DE CASTRO fue muy popular en los años 80(s). Incluso editaron una canción llamada "BARÓN ROJO".

En el siguiente vídeo podemos ver imágenes del famoso aviador alemán, junto a la canción "BARÓN ROJO" del grupo español del mismo nombre.



BARÓN ROJO - "BARÓN ROJO"

1 comentario:

SUPERMENDO dijo...

Mucha gente piensa que este aviador era un nazi, pero él, combatió en la PRIMERA GUERRA MUNDIAL, no en la SEGUNDA, así que no tuvo nada que ver con Hitler.