miércoles, 10 de enero de 2024
LA LEYENDA DEL NACIMIENTO DEL RÍO NILO
LA LEYENDA DEL NACIMIENTO DEL RÍO NILO
En el año de reinado número 18 del Faraón Tcheser, hubo usa sequía por todo Egipto debido a que el Nilo llevaba 7 años sin inundarse. Por ello, cualquier grano escaseaba, los campos y los jardines no producían nada y por tanto las personas no tenían alimento.
Los hombres se debilitaban, los ancianos fallecían, los niños lloraban de hambre y muchas personas se transformaron en ladrones por el poco alimento que existía.
El faraón se acordó del dios I-em-hetep, (hijo de Ptath), que en otra ocasión había librado a Egipto de parecido desastre, pero dicho Dios no hizo acto de presencia frente a las rezos del mandatario de Egipto.
El faraón envió un mensaje preguntandole a Mater, gobernador del Sur, donde se ubicaba la fuente del Nilo y quien era el dios o diosa del rio?. De esta manera Mater le habló de la maravillosa isla de Elefantina, donde yacía la primera ciudad que jamás se conoció, que de ella salía el Sol para para conferir vida a la humanidad.
En esta isla también existía una cueva doble, Querti, con la forma de 2 pechos, y de dicha cueva surgía la inundación del Nilo para bendecir la tierra con gran majestad cuando el dios Khnemu abría la puerta en la estación apropiada del año.
Al saber quien era el dios encargado del rio, procedió a ofrecer sacrificios e hizo súplicas ante él en su templo.
El dios lo escuchó y apareció ante el faraón angustiado y dijo: "Yo soy Khnemu el Creador. Mis manos descansan sobre ti para protegerte y para sanarte. Te doy un corazón… Yo soy el que te creó, soy el primitivo abismo acuoso, y yo soy el Nilo que se levanta a su antojo para conferir salud a quienes se afanan , yo soy el guía y dirigente de todos los hombres, el Todopoderoso, el padre de los dioses, Shu el poderoso amo de la Tierra".
Y luego el dios le prometió al faraón que súbitamente el Nilo se levantaría todos los años como antes y que la sequía se acabaría y llegaría el bien a la tierra.
También le contó al faraón lo abandonando que se encontraba su templo de adoración, fue por ello que se decretó que las tierras en cada lado del Nilo cerca de la isla donde moraba Khnemu debían ser conservadas como la dote de su templo y el faraón ordenó que este decreto fuera tallado en una estela de piedra y se colacara en un lugar prominente como prueba duradera de su agradecimiento al dios Khnemu, el dios del Nilo.
jueves, 17 de agosto de 2023
"LA LLOBERA DE LLANES"
MITOLOGÍA ASTURIANA
La mitología asturiana se formó en el trascurrir de los tiempos, entroncada con otras mitologías de la cornisa cantábrica, si bien diferenciada y sumamente marcada por el devenir de la cultura rural y las gentes que habitaron esta tierra.
Posiblemente la mitología asturiana nació en un principio de las religiones de los primeros pueblos que habitaron en Asturias, que adoraban al sol y a la naturaleza.
Luego la Celtificación de los pueblos Astures transformaría estos mitos para amoldarlos a su forma de entender la vida, lo mismo ocurriría más tarde con la romanización de Asturias que los retocarían para ajustarlos a esta nueva cultura.
También los Visigodos, aunque ya romanizados cuando llegaron a Asturias, trajeron sus mitos Germánicos y Nórdicos sin lugar a dudas. Los últimos retoques se darían poco a poco a medida que la iglesia católica se introducía en la sociedad.
LA LEYENDA DEL LLOBERU
EL LLOBERU
Los lloberos, son hombres y mujeres que se crían entre lobos, llegando a mandar en las manadas. Son distintos a los casos de licantropía, donde el individuo se convierte en lobo. De este último se cuenta que es la maldición de un padre a su hijo por comer demasiada carne, entonces este se va de casa y se revuelca por la tierra, convirtiéndose en lobo, se encarga de que los lobos no se coman el ganado ni ataquen a las personas, pasados siete años, se revuelca de nuevo en la tierra y la maldición de va.
Está documentado históricamente el proceso llevado a cabo por el Santo Oficio contra: ANA MARÍA GARCÍA, "LA LLOBERA DE LLANES", fechado en 1648.
FOTO REAL DE ANA MARÍA GARCÍA
"LA LLOBERA DE LLANES"
LA LEYENDA DE LA LLOBERA DE LLANES
viernes, 3 de febrero de 2023
BALDR: "EL HIJO DE ODÍN"
sábado, 13 de agosto de 2022
BABÁ: "EL DUEÑO DEL FUEGO"
BABÁ: EL DUEÑO DEL FUEGO
Cuenta una leyenda venezonlana que cerca de donde nace el Orinoco vivía el Rey de los caimanes llamado Babá. Su esposa era una rana grandota y juntos, tenían un gran secreto ignorado por los demás animales y los hombres.Estaba guardado en la garganta del caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y amenazaban con la pérdida de la vida a quien osara entrar, pues decían que dentro había un dios que todo lo devora y sólo ellos, reyes del agua, podían pasar.
Un día la perdiz, apurada en hacer su nido, entró distraída en la cueva. Buscando pajuelas encontró hojas y orugas chamuscadas, como si el fuego del cielo hubiera estado por ahí. Probó las orugas tostadas y le supieron mejor que cuando las comía crudas.
Se fue aleteando a ras del suelo para contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el Pájaro Bobo y entre los tres urdieron un plan para averiguar cómo hacían la rana y el caimán para cocer tan ricas orugas.
Bobo se escondió dentro de la caverna aprovechando su obscuro plumaje. La rana soltó las orugas que traía en la boca al tiempo que Babá abría la suya, que era tremenda, dejando salir unas lenguas rojas y brillantes.
La pareja comía las orugas sin percatarse de Bobo, tras lo cual, se durmieron satisfechos. Entonces, Bobo salió corriendo para contarles a sus amigos lo que había visto.
Al día siguiente se pusieron a maquinar cómo arrebatarle el fuego al caimán sin quemarse ni ser la comida de los reyes del agua.
Tendría que ser cuando éste abriera la tarasca para reír. En la tarde, cuando todos los animales estaban bebiendo y charlando junto al río, Bobo y la perdiz colorada hicieron piruetas haciendo reír a todos, menos a Babá.
Bobo tomó una pelota de barro y la aventó dentro de la boca de la rana, que de la risa pasó al atoro. En el momento que el caimán vio los apuros que pasaba la rana, soltó la carcajada. Tucusito, que observaba desde el aire, se lanzó en picada, robando el fuego con la punta de las alas.
Elevándose, rozó las ramas secas de un enorme árbol que ardió de inmediato. El Rey caimán exclamó que si bien se habían robado el fuego, otros lo aprovecharían y los otros animales arderían, pero Babá y la rana vivirían como inmortales donde nace el gran río. Dicho esto, se sumergieron en el agua y desaparecieron para siempre.
Las tres aves celebraron el robo del fuego, pero ningún animal supo aprovecharlo. Los hombres que vivían junto al Orinoco se apoderaron de las brasas que ardieron durante muchos días en la sequedad del bosque, aprendieron a cocinar los alimentos y a conversar durante las noches alrededor de las fogatas.
Tucusito, el pájaro Bobo y la perdiz colorada se convirtieron en sus animales protectores por haberles regalado el don del fuego.
martes, 12 de abril de 2022
LA LEYENDA DE DAHUT
LA LEYENDA DE DAHUT
Dahut o Dahud, a veces confundida con Ahès, es un personaje legendario de la ciudad de Ys, en uno de los relatos más conocidos del folklore bretón. Representa una figura femenina del Otro Mundo de la mitología céltica, Dahut era seguramente una mujer inspirada en una diosa madre o una fée guardiana que impide que las aguas inunden la ciudad que protege. Su rol y su naturaleza han sido luego claramente modificadas por la influencia de la religión cristiana y de la literatura.
Adaptada, su leyenda la convierte en la hija única de Gradlon, el rey de La Cornualle. Construye (o hace construir) la ciudad de Ys donde reinan los placeres carnales , provocando la cólera de un hombre de Iglesia. Princesa de esta ciudad, Dahut acaba por provocar la inundación de Ys por el océano a causa de sus pecados. Según diferentes versiones ella no ha muerto y continua frecuentando la bahía de Douarnenez y las costas del Trégor bajo la forma de una sirena. Dahut interviene también en un cuento del rey Marc'h. Émile Souvestre introdujo numerosos detalles literarios sobre su lujuria en su versión de la leyenda, sobre todo la noche que Dahut pasa con el Diablo, que es la causa de la inundación de Ys. La versión de Charles Guyot, escrita al principio del siglo XX, la señala como hija de Malgven, la «reina de Norte ». Es generalmente esta última versión la más aceptada posteriormente, en particular por Jean Markale y Michel El Bris.
Dahut es malvada y dañina en las versiones corrientes de su leyenda. No obstante, otros análisis la ven como la encarnación de un poder espiritual femenino combatido por el cristianismo o una alegoría del poder del mar. Varios artistas se hacen el eco de esta visión y proponen una visión pagana de Dahut, en la cual tiene un niño y se esconde en su ciudad sumergida. Su leyenda fue un gran éxito literario desde el siglo XIX . Aun es muy popular hoy en día Dahut aparece en numerosas óperas, canciones, novelas, espectáculos, y cómics.
ETIMOLOGÍA Y TERMINOLOGÍA
Hay dos ortografías, Dahut o Dahud. Françoise El Roux y Christian-J. Guyonvarc'h emplean el segundo. Diferentes proposiciones étymologiques han sido hechas durante el tiempo. Gwenaël El Duque, profesor de bretón y céltico, propone también que la «d» final es anormal y tendría que estar reemplazada por una «z», si el nombre es de origen bretón. El Roux y Guyonvarc'h proponen comparaciones con el irlandés dag/deg (bien), bando/ben (mujer), bodba (peligroso) y badhbh (buitre, persona que maldijo), palabra que ha evolucionado pero que designaba las maldiciones y la brujería de las diosas guerreras. Joseph Loth introduce una comparación con el galesaches, designando el agua del río. Jean Markale ha teorizado que el nombre de «Dahut» vendría del «céltico» dagosoitis,Note 1 que significaría «buena magia», o «la buena bruja». Indica el carácter surnaturel del personaje.
Por otra parte, Dahut o Dahud está propuesto en varias obras y webs de internet como nombre femenino bretón «de origen celta», que se celebra el 6 de agosto.
DESCRIPCIÓN
Dahut es el personaje central de la más conocida de las leyendas bretonas, la de la ciudad sumergida de Ys. Muchos autores la convierten en un símbolo de las dificultades de transición entre la «religión druidica» y el cristianismo. La versión popular la más conocida hoy en día, hacen de Dahut una especie de prostituta, por oposición a la Virgen Maria, no es más que el resultado de las modificaciones sucesivas de su mito original. En estas historias influidas por la literatura bretona, pasa sus noches con centenares de amantes que asesina a la mañana siguiente, hasta el día donde el Diablo la hace suya, provocando la caída de Ys. La tradición popular de Baja-Bretaña al finalizar el XIX hace de ella una temible sirena o Marie Morgane, que atrae los marineros y provoca tormentas. Esta supervivencia de Dahut aún hoy en día, invierte de algún modo la conclusión oficial: Dahut no ha perdido su lucha contra la iglesia cristiana, sino que gana una vida y un encanto eternos en el Otro Mundo, en la ciudad de Ys a partir de ahora sumergida.
ORIGEN
Aunque de los investigadores como Louis Ogès hayan supuesto (1949) que Dahut es una invención de prédicadores cristianos para mantener al pueblo en la ortodoxia, las investigaciones en mitología comparada demuestran que Dahut pertenece al arquetipo de «mujeres del Otro Mundo». Los mitos de inundaciones irlandeses y galeses muestran un posible relato original común, implicando a una fée (o mujer del Otro Mundo) guardiana de las aguas. Así, Dahut era tal vez un hada que guarda las puertas del Otro Mundo. Es posible que Dahut esté influida por la figura de la diosa madre céltica: Ys es comparable a otro Mundo donde reinan prosperidad, riqueza y abundancia, como en la mayoría de los reinos de las diosas célticas.
Anatole El Braz ha recabado elementos que permiten ligar a Dahut con la mitología céltica: como sirena o Marie Morgane que mata los marineros que encuentra, es una criatura del Otro Mundo, un tipo de equivalente a los «ángeles de la muerte». Lí Bando, una mujer o fée del folclore irlandés transformada en sirena por Dios, es muy cercana a Dahut y podría acercarla al grupo de las sirenas, criaturas conocidas de las tradiciones célticas desde el VI siglo. Le Roux y Guyonvarc'h estiman sin embargo que Dahut no se liga a las sirenas, aunque se trate como ellas de un personaje muy primitivo.
YS, LA CIUDAD ENGULLIDA POR EL OCÉANO
miércoles, 16 de marzo de 2022
LEYENDA DE HERMAFRODITO
lunes, 20 de diciembre de 2021
LA LEYENDA DE ORFEO: MÚSICO Y HÉROE
INTRODUCCIÓN
No hacen mención de Orfeo ni Homero ni Hesíodo, pero era conocido en la época de Ibico (ca. 530 a. C.), y Píndaro (522 — 442 a. C.) se refiere a él como «el padre de los cantos».
Desde el siglo VI a. C. en adelante fue considerado como uno de los principales poetas y músicos de la Antigüedad, el inventor de la cítara y quien añadió dos cuerdas a la lira: antes, la lira tenía siete cuerdas; la lira de Orfeo, nueve, en honor a las nueve musas.
Con su música, Orfeo era capaz no sólo de calmar a las bestias salvajes, sino incluso de mover árboles y rocas y detener el curso de los ríos. Como músico célebre, fue con los Argonautas en busca del vellocino de oro. Se le supone como uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad las artes de la medicina, la escritura y la agricultura.
En su aspecto más conectado con la vida religiosa, fue augur y profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología. Fundó o hizo accesibles muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dionisos; instituyó ritos místicos, tanto públicos como privados; prescribió rituales iniciatorios y de purificación. Se dice que visitó Egipto y que allí se familiarizó con los escritos de Moisés, y con la doctrina de una vida futura.
GENEALOGÍA
De acuerdo con la tradición más conocida, Orfeo era el hijo de Eagro, rey de Tracia, y de la musa Calíope (Clío en otras versiones). Según otras fuentes, su padre no era Eagro, sino Apolo. Esto último es más coherente con la devoción de Orfeo por este dios, que es el dios de la música. Orfeo aprendió la música de Lino o de Apolo, que fue también su amante, y quien le entregó su propia lira] (fabricada por Hermes con el caparazón de una tortuga), como un presente de amor.
LA EXPEDICIÓN DE LOS ARGONAUTAS
A pesar de su origen tracio, Orfeo se unió a la expedición de los Argonautas, en la que marcaba el ritmo de los remeros. Con su música, protegió a sus compañeros de las Sirenas, que vivían en la isla Antemóesa, y cantaban hermosas canciones para atraer a los marinos y devorarlos. Cuando oyó las voces de las Sirenas, Orfeo sacó la lira y tocó su música, que era más bella que la de ellas, a la que tapaba y ahogaba. Butes fue el único que no pudo resistir los cantos de las Sirenas y se lanzó al mar para nadar hasta ellas, pero fue salvado por la diosa Afrodita.
EL MITO DE EURÍDICE
La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice, que a veces es conocida como Agriope. Algunas versiones cuentan de Eurídice que murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo; otras, que el hecho fatal ocurrió mientras paseaba con Orfeo.
En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis) en busca de su amada. Camino de las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear muchos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo (por primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los corazones de Hades y Perséfone, que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer.
A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se desvaneció en el aire, y esa vez para siempre.
Según relata Platón, los dioses del infierno sólo presentaron a Orfeo una aparición de Eurídice. No le entregaron a su amante porque les parecía que se mostraba cobarde, como buen citaredo, y no había tenido el arrojo de morir por amor, sino que había buscado el medio de penetrar con vida en el Hades.
LA MUERTE DE ORFEO
Según cuenta Ovidio, Orfeo intentó regresar al inframundo, pero Caronte le negó el paso por el río Leteo, así que Orfeo se retiró a los montes Ródope y Hemo, donde permaneció tres años evitando la unión amorosa con cualquier mujer, a pesar de que se le ofrecieron muchas ninfas. Los tracios decían que en ese momento inventó la pederastia. Orfeo seguía cantando y tocando la lira, lo que provocó que los árboles se conmovieran. En esos montes, fue visto por las Bacantes tracias, que se sintieron despreciadas por él. Apresaron a los animales que lo acompañaban y a él lo apedrearon, lo despedazaron y esparcieron sus miembros. Su cabeza y su lira fueron arrojadas al río Hebro; esos restos fueron a parar al mar, y, cerca de la isla de Lesbos, una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en roca. Por su parte, Dioniso castigó a las Bacantes convirtiéndolas en árboles. Mientras, el alma de Orfeo encontró a la de Eurídice en el inframundo, y desde ese momento son inseparables.
En otra versión, que fue recogida por Eratóstenes y que se remonta a la obra perdida de Esquilo Las basárides, Orfeo, al final de su vida, desdeñó el culto a Dioniso, del que antes presidía los misterios. En cambio, consideró a Helios, a quien llamó Apolo, como el principal dios. Por ello, mientras Orfeo se encontraba en el monte Pangeo esperando la salida del sol, Dioniso envió a las Ménades para que lo despedazaran. Pero unas ninfas reunieron sus pedazos y los enterraron en un lugar llamado Libetros, cerca del monte Olimpo. Mientras, la lira fue colocada por Zeus entre las constelaciones.
Otras versiones, recogidas por Pausanias, señalaban que Orfeo obligaba a los maridos de las mujeres de Tracia a que lo siguieran en sus viajes. Por eso lo mataron mientras estaban embriagadas de vino, y por ello se estableció la costumbre de que los hombres salieran a combatir tras haber bebido. También se contaba que a Orfeo lo había matado un rayo enviado por Zeus en castigo por haber enseñado a los hombres misterios inauditos. Otros contaban que, subiendo del averno, Orfeo se había vuelto para ver si lo seguía Eurídice, y al no verla, se suicidó. Los tracios decían que los ruiseñores que más alto y mejor cantaban eran los que anidaban en la tumba de Orfeo.
Por su parte, Higino recoge otras dos tradiciones. Calíope, madre de Orfeo, había participado como juez en la disputa entre Afrodita y Perséfone por la posesión de Adonis. Afrodita, al no satisfacerle el veredicto, hizo que todas las mujeres tracias se enamoraran de Orfeo hasta tal punto que llegaran a despedazarlo. Otros contaban que la causa había sido que Orfeo había sido el primero en mantener relaciones amorosas con hombres, lo que había supuesto una ofensa para las mujeres.
Según Platón, los dioses impusieron a Orfeo el castigo de morir a manos de mujeres por no haber tenido el arrojo de morir por amor como Alcestis, hija dePelias, que había muerto en lugar de su marido Admeto.
SEPULCRO DE ORFEO
La tradición que sostenía que los restos de Orfeo habían estado en un principio en Libetros recogía la leyenda de que un oráculo de Dioniso había dicho que cuando el sol viera los restos de Orfeo la ciudad de Libetros sería destruida por ataque de jabalí. Pues bien: un pastor se acostó junto al sepulcro de Orfeo, empezó a cantar versos de éste entre sueños y unos agricultores y otros pastores se reunieron para oír el canto, se empezaron a pelear por estar más cerca del cantor y acabaron rompiendo la columna y la urna que contenía los restos, que quedaron expuestos al sol. La noche siguiente llovió mucho, y el río Sys ("Jabalí"), que bajaba del monte Olimpo, arrasó la ciudad y murieron todos sus habitantes y sus animales. Después, los restos de Orfeo fueron trasladados a Díon.
Decía la tradición que los restos mortales de Orfeo estaban encima de una columna situada en el camino que iba desde la ciudad de Díon hasta el monte Helicón, en Pieria. También hay un río llamado Helicón que desaparecía bajo tierra y luego volvía a aparecer. Decía del río la tradición que antaño discurría por la superficie, y que después se había escondido bajo tierra para evitar que las que habían matado a Orfeo pudieran purificarse en sus aguas.
POEMAS Y RITOS ÓRFICOS
Artículo principal: Orfismo.
Como a otras figuras humanas legendarias como Bakis, Museo, Abaris, Aristeo, Epiménides y la Sibila, se ha atribuido a Orfeo un gran número de poemas religiosos griegos en hexámetro. De la vasta literatura sólo sobreviven dos ejemplos completos: un conjunto de himnos compuestos en algún momento del siglo III o del II a. C. y una Argonáutica órfica compuesta entre los siglos VI y IV a. C. La literatura órfica temprana que puede datar del siglo VI a. C. sobrevive sólo en fragmentos de papiro y en citas de autores posteriores.
Además de servir de almacén de datos mitológicos, la poesía órfica ha sido recitada en ritos mistéricos y rituales de purificación. Platón, en particular, habla sobre una clase de sacerdotes mendicantes que ofrecían a los ricos, mediante sacrificios y encantamientos, purificaciones de crímenes que hubieran podido cometer ellos o sus antepasados. Añade que estas prácticas, llamadas «iniciaciones a los misterios» se apoyaban en libros de Orfeo y Museo. Aquellos que eran especialmente devotos de estos rituales y poemas frecuentemente practicaban el vegetarianismo y la abstinencia sexual, y evitaban comer huevos. Esta costumbre llegó a ser conocida como "Vida Órfica" (Orphikos bios).
ORFEO EN EL ARTE
Las representaciones plásticas del mito de Orfeo son muy abundantes. En pintura, Durero, Émile Lévy y Émile Jean Baptiste Philippe Bin realizaron obras con el nombre de La muerte de Orfeo.
En música, es especialmente importante la obra de Claudio Monteverdi L'Orfeo, favola in musica (1607), considerada una de las primeras óperas de la historia. Otros importantes compositores recrearon el mito: entre ellos, Christoph Willibald Gluck (Orfeo y Eurídice) y Jacques Offenbach (en su paródica ópera bufa Orfeo en los infiernos).
En la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio y en el libro décimo de las Metamorfosis de Ovidio.
En lengua española, aparece en la lírica de Góngora. Francisco de Quevedo le dedicó el poema Un Orfeo burlesco, y Juan de Jáuregui desarrolló por extenso el mito en un poema en cinco cantos, en 1624.
Rainer Maria Rilke publicó en 1923 Los sonetos a Orfeo (Sonette an Orpheus).
En pintura, el simbolista Jean Delville plasmó su Orfeo muerto.
Jean Cocteau realizó una trilogía cinematográfica basada en el mito.
Marcel Camus dirigió la película Orfeo negro, en la que la historia de Orfeo y Eurídice se traslada al Carnaval de Río de Janeiro.
ORFEO Y EURÍDICE
jueves, 16 de septiembre de 2021
LA LEYENDA DE MEDEA
viernes, 10 de septiembre de 2021
LA CONDESA "SANGRIENTA": ERZSÉBET BÁTHORY
Según el testimonio del conde palatino Jorge Thurzó (primo y enemigo de Erzsébet, nombrado investigador general por el Rey), cuando su hueste llegó al castillo el 30 de diciembre de1610 no halló oposición, ni a nadie para recibirles. Lo primero que vieron fue a una sirviente en el cepo del patio, en estado agónico debido a una paliza que le había fracturado todos los huesos de la cadera. Esto era práctica corriente y no les llamó la atención, pero al acceder al interior se encontraron a una chica desangrada en el salón, y otra que aún estaba viva aunque le habían agujereado el cuerpo. En la mazmorra encontraron a una docena que todavía respiraba, algunas de las cuales habían sido perforadas y cortadas en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas. De debajo del castillo exhumaron los cuerpos de 50 muchachas más. Y el diario de Erzsébet contaba día por día sus víctimas, con todo lujo de detalles, hasta sumar un total de 612 jóvenes torturadas y asesinadas. Por todas partes había toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a putrefacción. Se decía que mientras su esposo estaba fuera, ella mantenía relaciones sexuales con sirvientes de ambos sexos, y se rumoreaba que cuando tenía sexo con chicas no era raro que las mordiese salvajemente.
Todo empezó en 1604, poco después de la muerte de su marido. Una de sus sirvientas adolescentes le dio un involuntario tirón de pelos mientras la estaba peinando. Al principio tuvo mucha suerte: la condesa reaccionó reventándole la nariz de un fuerte bofetón (cuando lo normal entre la nobleza de la época habría sido sacarla al patio para recibir cien bastonazos). Pero cuando la sangre salpicó la piel de Erzsébet, a ésta le pareció que allá donde había caído desaparecían las arrugas y su piel recuperaba la lozanía juvenil. La condesa, fascinada, pensó que había encontrado la solución a la vejez, y que siempre podría conservarse bella y joven.
Todas las leyendas sobre canibalismo aseguran igualmente que la sangre humana prolonga la juventud. Tras consultar a sus brujas y alquimistas, y con la ayuda del mayordomo Thorko y la corpulenta Dorottya, desnudaron a la muchacha, le hicieron un profundo corte en el cuello y llenaron un barreño con su sangre. Erzsébet se bañó en la sangre, o al menos se embadurnó con ella todo el cuerpo, y probablemente la bebió, para recuperar la juventud.
Entre 1604 y 1610, los agentes de Erzsébet se dedicaron a proveerla de jóvenes entre 9 y 26 años para sus rituales sangrientos. En un intento de mantener las apariencias, habría convencido al pastor protestante local para que sus víctimas tuviesen entierros cristianos respetables. Cuando la cifra comenzó a subir, éste comenzó a manifestar sus dudas: morían demasiadas chicas por "causas misteriosas y desconocidas". Así es que ella le amenazó para que callase y comenzó a enterrar en secreto los cuerpos desangrados. Ésta es, al menos, la versión de este pastor, que fue quien la denunció "oficialmente" al Rey Mátyás a través de la curia clerical.
Más adelante, en la época en la que los errores de Gábor la pusieron en una delicada situación política, tomó la costumbre de quemar los genitales a algunas sirvientas con velas, carbones y hierros por pura diversión. También generalizó su práctica de beber la sangre directamente mediante mordiscos en las mejillas, los hombros o los pechos. Para estas cuestiones privadas se apoyaba en la fuerza física de Dorottya Szentes, que aunque ya mayor, seguía siendo muy capaz de inmovilizar a cualquier joven en la posición requerida. Esto ocurrió mientras estuvo en Viena.
En 1609 Erzsébet, por la falta de sirvientas en la zona como consecuencia de tantos crímenes, cometió el error que acabaría con ella: utilizando sus contactos, comenzó a tomar a niñas y adolescentes de buena familia para educarlas. Algunas de ellas comenzaron a morirse pronto por las mismas "causas misteriosas y desconocidas". Esto no era raro en aquella época, con sus elevadísimas tasas de mortalidad infantil y juvenil, pero en el "internado" de Čachtice el número de fallecimientos era demasiado alto. Ahora las víctimas eran hijas de la aristocracia menor, por lo que sus muertes eran consideradas importantes. La bruja Darvulia le habría prevenido que nunca tomara nobles, pero esta anciana había fallecido algún tiempo atrás. Fue su amiga Erszi Majorova, viuda de un rico granjero que vivía en la cercana localidad de Milova, quien convenció a la condesa de que no pasaría nada.
Hacia el final, muchos cuerpos se ocultaron en lugares peligrosamente insensatos, como campos cercanos, silos de grano, el río que corría bajo el castillo, el jardín de verduras de la cocina... Finalmente, una de las víctimas logró escapar antes de que la matasen e informó a las autoridades religiosas. Esto era algo que había ocurrido varias veces en el pasado, con sirvientas; por ejemplo, en el otoño de 1609...
«...una joven de doce años llamada Pola logró escapar del castillo de algún modo y buscó ayuda en una villa cercana. Pero Dorka y Helena Jo se enteraron de dónde estaba por los alguaciles, y tomándola por sorpresa en el ayuntamiento, se la llevaron de vuelta al Castillo de Cachtice por la fuerza, escondida en un carro de harina. Vestida sólo con una larga túnica blanca, la condesa Erzsébet le dio la bienvenida de vuelta al hogar con amabilidad, pero llamaradas de furia salían de sus ojos; la pobre ni se imaginaba lo que le esperaba. Con la ayuda de Piroska, Ficzko y Helena Jo, arrancó las ropas de la doceañera y la metieron en una especie de jaula. Esta particular jaula estaba construida como una esfera, demasiado estrecha para sentarse y demasiado baja para estar de pie. Por su [cara] interior, estaba forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Una vez que la muchacha estuvo en el interior, levantaron bruscamente la jaula con la ayuda de una polea. Pola intentó evitar cortarse con las cuchillas, pero Ficzko manipulaba las cuerdas de tal modo que la jaula se balancease de lado a lado, mientras que desde abajo Piroska la punzaba con un largo pincho para que se retorciera de dolor. Un testigo afirmó que Piroska y Ficzko se dieron al trato carnal durante la noche, acostados sobre las cuerdas, para obtener un malsano placer del tormento que con cada movimiento padecía la desdichada. El tormento terminó al día siguiente, cuando las carnes de Pola estuvieron despedazadas por el suelo.»
Esta descripción tiene su parecido con otro artilugio de tortura utilizado por Báthory, llamado «doncella de hierro», el cual era una especie de sarcófago que reflejaba la silueta de una mujer y que por dentro tenía afilados pinchos. Este artilugio se abría para introducir a la víctima y luego encerrarla para que los pinchos se le incrustaran en su cuerpo.
Es imposible saber, hoy en día, qué sucedió realmente. Desde el punto de vista psiquiátrico, Erzsébet Báthory sería una anomalía que se sale del patrón común de todos los asesinos en serie conocidos. En la época era común castigar cruelmente a siervos y pupilos, y ejecutar incluso a pequeños delincuentes de las maneras más espantosas. Quizás fuera sádica, y en consecuencia se aplicara especialmente a la hora de imponer disciplina, o incluso obligara a sus sirvientas a tomar parte en prácticas sadomasoquistas más o menos extremas, ninguna novedad para la nobleza de su tiempo, cuya impunidad y poder legal les permitía tratar a la servidumbre como quisieran. O quizás fue realmente una torturadora y asesina en serie amparada en su estatus, que sólo se perdió cuando por falta de nuevas víctimas entre la plebe recurrió a las hijas que formaban parte de la nobleza menor.
miércoles, 25 de agosto de 2021
EL JUICIO FINAL DE OSIRIS
lunes, 12 de julio de 2021
MITOLOGÍA NÓRDICA: "TROLLS" LOS OGROS NORUEGOS
Un trol (del nórdico troll) es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados. También se les puede llamar ‘gente de la colina’ o ‘del montículo’. En los cuentos de las islas Shetland y Orcadas, los troles son llamados trowes.
La literatura, el arte y la música nórdica de la época romántica en adelante ha adaptado los troles de diversas formas; a menudo con la forma de una raza aborigen, dotados de enormes orejas y narices. Desde aquí, así como desde cuentos de hadas escandinavos como El gruñido de los tres chivos, los troles han alcanzado reconocimiento internacional y, en la literatura fantástica y los juegos de rol modernos, aparecen hasta el extremo de ser personajes tipo.
TROLLS EN EL FOLCLORE ESCANDINAVO
El significado de la palabra troll es incierto. Originalmente podría haber tenido el significado de ‘sobrenatural’ o ‘mágico’ con un revestimiento de ‘maligno’ y ‘peligroso’. Otra probable sugerencia es que significa ‘alguien que se comporta violentamente’. En la antigua ley sueca, trolleri era un tipo particular de magia usada para provocar daño. Debería advertirse que términos escandinavos como trolldom (brujería) y trolla/trylle (‘realizar trucos de magia’) no implican relación alguna con los seres mitológicos. Más aún, en las fuentes de la mitología escandinava, troll puede significar cualquier ser extraño, incluyendo pero no limitado a los gigantes nórdicos (jötnar).
En Skáldskaparmál, el poeta Bragi Boddason encuentra una trol femenina que le saluda con estos versos:
EN NORUEGO
Troll kalla mik
tungl sjötrungnis,
auðsug jötuns,
élsólar böl,
vilsinn völu,
vörð náfjarðar,
hvélsvelg himins –
hvat's troll nema þat?
EN ESPAÑOL
Me llaman trol,
roedora de la Luna,
gigante de los vendavales,
maldición de las lluvias,
compañera de la Sibila,
arpía nocturna errante,
tragona del pan celestial.
¿Qué es sino un trol?
El ambiguo significado original de la palabra troll parece haber pervivido algún tiempo después de que la antigua literatura escandinava fuese documentada. Esto puede verse en términos tales como sjötrollet (‘trol del mar’), sinónimo de havsmannen (‘hombre del mar’), un espíritu protector del mar y especie de equivalente masculino de la sjörå (véase huldra).
En Escandinavia hay muchos lugares llamados en honor a los troles, como la ciudad sueca de Trollhättan (‘capucha de trol’) y la legendaria montaña Trollkyrka (‘iglesia de trol’).
Gradualmente puede discernirse la formación de dos tradiciones principales sobre el uso de troll. En la primera, el troll es un descendiente directo de los jötnar escandinavos, grande y bruto. Se les suele describir como feos o con características animales como colmillos u ojos ciclópeos. Ésta es la tradición que ha llegado a dominar cuentos de hadas y leyendas (véase más abajo), pero también el concepto prominente de troll en Noruega. Como regla general, lo que sería llamado un «troll» en Noruega sería en Dinamarca y Suecia un ‘gigante’ (jætte o jätte, derivado de jötunn).
En algunos relatos noruegos, tales como la balada medieval Åsmund Frægdegjevar, los troles viven en una lejana tierra norteña llamada Trollebotten, cuyo concepto y ubicación parecen coincidir con el antiguo Jötunheimr escandinavo.
La segunda tradición es más prominente en el sur de Escandinavia. Inversamente, lo que sería llamado troll en el sur de Suecia y Dinamarca se llamaría huldrefolk en Noruega y vitterfolk en el norte de Suecia (véase Isla de Wight). El término sureño se originó probablemente por una generalización de los términos haugtrold (‘trol del montículo’) o bergtroll (‘trol de la montaña’), ya que los troles de esta tradición residen bajo tierra.
Estos troles son muy parecidos a los humanos en apariencia. A veces tenían una cola escondida en sus ropas, pero ni siquiera eso era definitivo. Un forma frecuente de reconocer a un trol con aspecto humano en el folclore es fijarse mejor en lo que visten: en particular, las mujeres trol iban a menudo vestidas demasiado elegantemente para ser mujeres humanas que se mueven con frecuencia por el bosque.
Sin embargo, la mayoría de las veces los troles se mantenían invisibles y así podían viajar sobre los vientos, como en el caso del trol de viento Ysätters-Kajsa, o colarse en los hogares humanos. A veces sólo podía oírseles hablar, gritar y hacer ruido, o el sonido de su ganado. Similarmente, si se estaba en el bosque y se olía comida guisándose, se sabía que había un trol viviendo cerca. Los troles también eran famosos por su habilidad para cambiar de forma, adoptando el aspecto de troncos caídos o animales como gatos y perros. Una noción bastante frecuente es que a los troles les gustaba aparecer como bolas de hilo rodantes.
Mientras los grandes troles ogrunos aparecen a menudo como seres solitarios, se creía que los troles «pequeños» era seres sociales que vivían juntos, como los humanos pero en el bosque. Criaban animales, cocinaban y horneaban pan, eran excelentes en la artesanía y celebraban grandes banquetes. Como muchas otras especies del folclore escandinavo, se decía que vivían en complejos subterráneos, accesibles desde entradas bajo grandes cantos rodados del bosque o las montañas. Estos cantos podían estar erigidos sobre pilares de oro. En sus moradas, los troles acumulaban oro y tesoros.
Había discrepancias sobre si los troles eran básicamente malvados o no, pero a menudo trataban a la gente como ellos eran tratados. Sin embargo, los troles podían provocar mucho daño cuando eran vengativos o juguetones, y a pesar de otras cosas siempre eran paganos. Los troles también eran grandes ladrones, y les gustaba robar la comida que los granjeros almacenaban. Podían entrar invisibles en los hogares durante los banquetes y comer de los platos de forma que no hubiese bastante comida, o echar a perder la cerveza y el pan de forma que faltase o no fuese suficiente.
A veces los troles raptaban a gente para hacerlos sus esclavos o al menos sus prisioneros. Estas pobres almas eran conocidas como bergtagna (‘llevados a la montaña’ o ‘tomados por la montaña’), que también es la palabra escandinava para ‘llevarse por arte de magia’. Estar bergtagen no sólo se refería a la desaparición de la persona, sino también a que tras su retorno, quedaban afectados por la locura o apatía provocada por los troles. Cualquiera podía ser raptado por los troles, incluso el ganado, pero el mayor riesgo lo corrían las mujeres que habían dado a luz pero no habían sido llevadas aún de vuelta a la iglesia.
Ocasionalmente, los troles robaban incluso un bebé recién nacido, dejando a su propio vástago, un (bort)byting (‘niño cambiado’), en su lugar.
Para guardarse de los troles siempre podía confiarse en el Cristianismo: las campanas de iglesia, un crucifijo o incluso palabras como «Jesús» o «Cristo» servían contras ellos. Como otras criaturas del folclore escandinavo, también temían al hierro. Además de eso, fueron perseguidos por Thor, uno de los últimos vestigios de la antigua mitología escandinava, quien arrojaba sus martillos como rayos para matarlos. Estos martillos podía luego encontrarse en la tierra (en realidad hachas de la Edad de Piedra) y usadas como talismanes protectores.
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