CHISTE Nº 68
Estaba SATÁN en el Infierno acompañado de sus tres más malvados secuaces, UN JUDÍO, UN ESCOCÉS, Y UN GRIEGO, cuando éstos le proponen al Príncipe de las Tinieblas lo siguiente:
SECUACES: Mira Satán, que hemos pensado que llevamos toda la eternidad contigo, estamos un poco aburridos, y queremos hacer algunas maldades, allí en LA TIERRA.
SATÁN: Lo siento mucho, pero no os puedo dejar salir del aquí, porque después de mí, sois los más malos espíritus de todo el Infierno.
De todas formas, ya se me ocurrirá algo.
Al poco tiempo llama SATÁN a sus secuaces, y les dice:
SATÁN: He pensado lo que me dijísteis el otro día, y os lo voy a conceder, porque la verdad, aunque yo nunca la diga, estoy un poco harto de vosotros.
Os dejaré ir a LA TIERRA a hacer maldades, pero con una condición a cada uno.
SECUACES: Muy bien, gracias jefe.
SATÁN: A tí, JUDÍO, te dejo ir a LA TIERRA, pero con la condición de que nunca podrás tocar EL DINERO, porque eres el más AVARICIOSO del Infierno. Podrás hacer todo lo que te apetezca, menos eso.
A tí, ESCOCÉS, te será permitido en LA TIERRA hacer cualquier tipo de maldad excepto BEBER WHISKY, pues eres el más BORRACHO de todo el Infierno, así que ya lo sabes.
A tí, GRIEGO, también te pongo una condición, que hagas las maldades que quieras en LA TIERRA, pero no podrás practicar LA SODOMÍA, ya que tú eres el más MARICA de todo el Infierno.
También les dice a todos, que en el caso de que le desobedezcan, volverán inmediatamente al Infierno.
Ante todo esto, los secuaces le dan su palabra de ESPÍRITU MALIGNO a SATÁN, y se disponen a ir a LA TIERRA.
SATÁN los envuelve en una NEBULOSA NEGRA, y los hace desaparecer del Infierno.
Al poco rato aparecen en LA TIERRA, pero en pleno DESIERTO DEL SAHARA, y completamente desnudos, sin nada, ni siquiera comida, ni agua, pues SATÁN no se fiaba de ellos.
Cuando iban andando, de repente se escucha un trueno, y cuando ellos pensaban que iba a llover, empezó a caer DINERO DEL CIELO.
Ante ésto, el JUDÍO fue corriendo a cogerlo diciendo:
¡¡DINERO, DINERO, DINERO!!, y al cogerlo, desapareció, y regresó al Infierno.
Los otros dos secuaces empezaron a reírse del JUDÍO, pues no llevaban ni cinco minutos andando, y éste, ya había regresado al Infierno.
Al cabo de un rato, se produjo un TERREMOTO, y la tierra empezó a temblar.
El arena se empezó a abrir, y empezaron a surgir de ella, cientos de BOTELLAS DE WHISKY.
Al ver ésto, EL ESCOCÉS se puso muy contento y empezó a gritar:
¡¡WHISKY, WHISKY, WHISKY!!, y cuando se agachó para coger una de las botellas, de repente, ¡¡ZAS!!, y acto seguido desaparecieron los dos a la vez, y regresaron al Infierno.
Nº 68
No hay comentarios:
Publicar un comentario