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sábado, 2 de octubre de 2021

FORMACIÓN DE LOS PLURALES EN LA LENGUA ESPAÑOLA
























FORMACIÓN DE LOS PLURALES

En lingüística, el plural es una de las posibles realizaciones del número gramatical que se contrapone, según cada lengua, al singular y a otras variantes del número gramatical (como el dual o el trial). 

En muchas lenguas el plural se usa cuando se habla de dos o más entidades del mismo tipo (singular vs. plural), en otras lenguas el plural se restringe a cuando existen más de cuatro o cinco entidades del mismo tipo, siendo los casos con menos entidades cubiertos por los números dual, trial, paucal, etc. 

Todas las lenguas distinguen el plural en los pronombres, aunque en bastantes lenguas el plural no es obligatorio en los nombres.​ Igualmente en muchas lenguas flexivas del mundo el plural también tiene marcas específicas en las formas verbales conjugadas.

Las formas de expresar el número gramatical varían grandemente entre las lenguas del mundo, siendo en muchas lenguas su funcionamiento muy diferente del que se observa en las lenguas indoeuropeas.

En muchas lenguas un substantivo o un verbo necesariamente deben estar «marcados» como singular o como plural. Sin embargo, no en todas las lenguas la categoría de número es obligatoria, por lo que en algunas lenguas como el aymara o el chino el plural solo se marca optativamente o en unas pocas ocasiones especiales. 

Entre las lenguas del mundo, el pronombre es la categoría gramatical que con mayor probabilidad incluye distinciones de número, seguida del nombre y el verbo. Otro hecho importante es que el plural generalmente solo se aplica nombres contables. 

En otras lenguas la clase de nombres que admiten formas de plural es aún más restringida, por ejemplo en náhuatl clásico solo tienen forma de plural distinta del singular los nombres animados.

Reglas de formación del plural en Español

En español hay dos marcas para formar el plural de los sustantivos y adjetivos: -s y -es. Existe asimismo la posibilidad, aunque no es lo normal, de que permanezcan invariables. La elección de una de estas opciones debe ajustarse a las siguientes reglas:

Los sustantivos y adjetivos usan el sufijo flexivo -s o -es, según la forma de singular acabe en vocal átona o consonante. 

La mayoría de determinantes añaden simplemente una -s a la forma de singular, aunque algunas formas como el/los y un/unos presentan algunos cambios más. 

En los pronombres y verbos las categorías de persona y número son sincréticos, lo cual significa que la marca de plural depende de la persona. En los pronombres todas las formas de plural acaban en -s [con excepción de la anáfora o «pronombre reflexivo» o «recíproco» se] aunque en esos casos no siempre es un sufijo genuino (como en nosotros, vosotros ya que no existen *nosotro, *vosotro). 

En los verbos las formas de plural son sincréticas con la persona: 

La tercera persona en plural acaba en -n. 

La segunda persona en plural en español ibérico acaba en -is, mientras que en español no-ibérico coincide con la forma de tercera. 

La primera persona en plural acaba en -mos. Además en español el sujeto sintáctico y el verbo finito de cada oración deben concordar gramaticalmente, es decir, los dos deben estar singular o los dos deben estar en plural.

Sustantivos y adjetivos terminados en vocal átona o en -e tónica. 

Forman el plural con -s: casas, estudiantes, taxis, planos, tribus, comités. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como cafeses, en lugar de cafés, o pieses, en lugar de pies.

Sustantivos y adjetivos terminados en -a o en -o tónicas. 

Aunque durante algún tiempo vacilaron entre el plural en -s y el plural en -es, en la actualidad forman el plural únicamente con -s: papás, sofás, bajás, burós, rococós, dominós. Son excepción a esta regla los sustantivos faralá y albalá, y el adverbio no en función sustantiva, que forman el plural con -es: faralaes, albalaes, noes. También es excepción el pronombre yo cuando funciona como sustantivo, pues admite ambos plurales: yoes y yos. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como sofases.

Sustantivos y adjetivos terminados en -i o en -u tónicas. 

Admiten generalmente dos formas de plural, una con -es y otra con -s, aunque en la lengua culta suele preferirse la primera: bisturíes o bisturís, carmesíes o carmesís, tisúes o tisús, tabúes o tabús. En los gentilicios, aunque no se consideran incorrectos los plurales en -s, se utilizan casi exclusivamente en la lengua culta los plurales en -es: israelíes, marroquíes, hindúes, bantúes. Por otra parte, hay voces, generalmente las procedentes de otras lenguas o las que pertenecen a registros coloquiales o populares, que solo forman el plural con -s: gachís, pirulís, popurrís, champús, menús, tutús, vermús. El plural del adverbio sí, cuando funciona como sustantivo, es síes, a diferencia de lo que ocurre con la nota musical si, cuyo plural es sis. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como gachises.

Sustantivos y adjetivos terminados en -y precedida de vocal. 

Forman tradicionalmente su plural con -es: rey, pl. reyes; ley, pl. leyes; buey, pl. bueyes; ay, pl. ayes; convoy, pl. convoyes; bocoy, pl. bocoyes. Sin embargo, los sustantivos y adjetivos con esta misma configuración que se han incorporado al uso más recientemente —en su mayoría palabras tomadas de otras lenguas— hacen su plural en -s. En ese caso, la y del singular mantiene en plural su carácter vocálico y, por lo tanto, debe pasar a escribirse i : gay, pl. gais; jersey, pl. jerséis; espray, pl. espráis; yóquey, pl. yoqueis. Pertenecen a la etapa de transición entre ambas normas y admiten, por ello, ambos plurales las palabras coy, pl. coyes o cois; estay, pl. estayes o estáis; noray, pl. norayes o noráis; guirigay, pl. guirigayes o guirigáis, con preferencia hoy por las formas con -s. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como jerseises.

Voces extranjeras terminadas en -y precedida de consonante. 

Deben adaptarse gráficamente al español sustituyendo la -y por -i: dandi (del ingl. dandy); panti (del ingl. panty); ferri (del ingl. ferry). Su plural se forma, como el de las palabras españolas con esta terminación añadiendo una -s: dandis, pantis, ferris. No son admisibles, por tanto, los plurales que conservan la -y del singular etimológico: dandys, pantys, ferrys.

Sustantivos y adjetivos terminados en -s o en -x. 

Si son monosílabos o polisílabos agudos, forman el plural añadiendo -es: tos, pl. toses; vals, pl. valses, fax, pl. faxes; compás, pl. compases; francés, pl. franceses. En el resto de los casos, permanecen invariables: crisis, pl. crisis; tórax, pl. tórax; fórceps, pl. fórceps. Es excepción a esta regla la palabra dux, que, aun siendo monosílaba, es invariable en plural: los dux. También permanecen invariables los polisílabos agudos cuando se trata de voces compuestas cuyo segundo elemento es ya un plural: ciempiés, pl. ciempiés (no ciempieses); buscapiés, pl. buscapiés (no buscapieses), pasapurés, pl. pasapurés (no pasapureses).

Sustantivos y adjetivos terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j. 

Si no van precedidas de otra consonante forman el plural con -es: dócil, pl. dóciles; color, pl. colores; pan, pl. panes; césped, pl. céspedes; cáliz, pl. cálices; reloj, pl. relojes. Los extranjerismos que terminen en estas consonantes deben seguir esta misma regla: píxel, pl. píxeles; máster, pl. másteres; pin, pl. pines; interfaz, pl. interfaces; sij, pl. sijes. Son excepción las palabras esdrújulas, que permanecen invariables en plural: polisíndeton, pl. (los) polisíndeton; trávelin, pl. (los) trávelin; cáterin, pl. (los) cáterin. Excepcionalmente, el plural de hipérbaton es hipérbatos.


Sustantivos y adjetivos terminados en consonantes distintas de: 

-l, -r, -n, -d, -z, -j, -s, -x, -ch. 

Se trate de onomatopeyas o de voces procedentes de otras lenguas, hacen el plural en -s: crac, pl. cracs; zigzag, pl. zigzags; esnob, pl. esnobs; chip, pl. chips; mamut, pl. mamuts; cómic, pl. cómics. Se exceptúa de esta regla la palabra club, que admite dos plurales, clubs y clubes También son excepciones el arabismo imam  cuyo plural asentado es imames, y el latinismo álbum, cuyo plural asentado es álbumes.

Sustantivos y adjetivos terminados en -ch. 

Procedentes todos ellos de otras lenguas, o bien se mantienen invariables en plural: (los) crómlech, (los) zarévich, (los) pech, o bien hacen el plural en -es: sándwich, pl. sándwiches; maquech, pl. maqueches.

Sustantivos y adjetivos terminados en grupo consonántico. 

Procedentes todos ellos de otras lenguas, forman el plural con -s (salvo aquellos que terminan ya en -s, que siguen la regla general: gong, pl. gongs; iceberg, pl. icebergs; récord, pl. récords. Se exceptúan de esta norma las voces compost, karst, test, trust y kibutz, que permanecen invariables en plural, pues la adición de una -s en estos casos daría lugar a una secuencia de difícil articulación en español. También son excepción los anglicismos lord y milord, cuyo plural asentado en español es lores y milores, respectivamente.

Plural de los latinismos. 

Aunque tradicionalmente se venía recomendando mantener invariables en plural ciertos latinismos terminados en consonante, muchos de ellos se han acomodado ya, en el uso mayoritario, a las reglas de formación del plural que rigen para el resto de las palabras y que han sido expuestas en los párrafos anteriores. Así pues, y como norma general, los latinismos hacen el plural en -s, en -es o quedan invariables dependiendo de sus características formales, al igual que ocurre con el resto de los préstamos de otras lenguas: ratio, pl. ratios; plus, pl. pluses; lapsus, pl. lapsus; nomenclátor, pl. nomenclátores; déficit, pl. déficits; hábitat, pl. hábitats; vademécum, pl. vademécums; ítem, pl. ítems. 

Únicamente se apartan hoy de esta tendencia mayoritaria los latinismos terminados en -r procedentes de formas verbales, como cónfer, confíteor, exequátur e imprimátur, cuyo plural sigue siendo invariable. También constituye una excepción la palabra álbum. 

En general, se aconseja usar con preferencia, cuando existan, las variantes hispanizadas de los latinismos y, consecuentemente, también su plural; así se usará armonio (pl. armonios) mejor que armónium; currículo (pl. currículos) mejor que currículum; podio (pl. podios) mejor que pódium. No deben usarse en español los plurales latinos en -a propios de los sustantivos neutros, tales como córpora, currícula, etc., que sí son normales en otras lenguas como el inglés. Las locuciones latinas, a diferencia de los latinismos simples, permanecen siempre invariables en plural: los statu quo, los currículum vítae, los mea culpa.

Plural de las notas musicales. 

Aunque a menudo se usan como invariables, su plural se forma añadiendo -s, salvo en el caso de sol, que forma el plural con -es: dos, res, mis, fas, soles, las, sis.

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