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jueves, 21 de julio de 2011

CARAL: LA CIVILIZACIÓN MÁS ANTIGUA DE AMÉRICA

















RUINAS DE LA CIVILIZACIÓN CARAL

Caral, también conocida como Caral-Supe o Norte Chico, fue una antigua civilización del Perú, una compleja sociedad preincaica que incluye cerca de treinta grandes asentamientos humanos. El nombre proviene de Caral, un gran yacimiento arqueológico exhaustivamente estudiado que se encuentra en el valle de Supe, al norte del departamento de Lima (región conocida como Norte Chico). Es una de las civilizaciones más antigua de América, que floreció entre los siglos XXX a. C. y XVIII a. C. en el período denominado Precerámico.

RUTH SHADY

















Su existencia como la civilización más antigua de América fue postulada por primera vez en 1997 por la arqueóloga peruana Ruth Shady. La compleja sociedad del Norte Chico emergió un milenio después de Sumeria, fue coetánea de la época las Pirámides de Egipto y precedió a los olmecas de Mesoamérica en cerca de dos milenios.


CARACTERÍSTICAS

En la nomenclatura arqueológica, Norte Chico es una cultura precerámica del periodo precolombino en el Arcaico Tardío; presenta una ausencia total de cerámica y aparentemente carece de expresiones artísticas. El logro más impresionante de la civilización fue su arquitectura monumental, que incluía plataformas montículares y plazas deprimidas circulares. La evidencia arqueológica sugiere el uso de tecnología textil, y posiblemente adoración de símbolos representando a dioses, situaciones que concurren en las culturas andinas precolombinas. Se asume que se requería un gobierno sofisticado para liderar la antigua Norte Chico, y permanecen sin respuesta cuestiones acerca de su organización, particularmente el tema de los recursos alimenticios y la función política.

El ámbito en el cual se formó corresponde a la denominada Área Norcentral Peruana, que comprende: los valles de la costa: Santa, Nepeña, Sechín, Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón; los callejones serranos de Huaylas y Conchucos, junto con el altiplano de Junín, y las cuencas de los ríos Marañón, Huallaga y las cabeceras del Ucayali. En el Área Norcentral Peruana se conocía con anterioridad la existencia de asentamientos precerámicos a partir de los cuales se asumían organizaciones sociales de nivel jefatural. Destacan los de La Galgada, en el callejón de los Conchucos, Piruro en el Marañón, Huaricoto en el callejón de Huaylas, Kotosh en el Huallaga, Las Haldas en Casma, Los Gavilanes en Huarmey, Áspero en Supe, Bandurria y Río Seco en Huaura y El Paraíso en el Chillón.

DESCUBRIMIENTO

Los arqueólogos han sabido de lugares arcaicos en el área desde al menos la década de 1940; el trabajo más antiguo se realizó en Áspero, en la costa, un lugar encontrado en 1905, y después en Caral, tierra adentro. Arqueólogos peruanos, liderados por Ruth Shady Solís, proveyeron la primera gran documentación de esta civilización a finales de la década de 1990, con su trabajo en Caral. Un trabajo presentado en 2001 en la revista Science, mostrando una investigación acerca de Caral, y un artículo en 2004 en la revista Nature, describiendo el trabajo de campo y la datación mediante radiocarbono a través de toda la zona, reveló la verdadera importancia de la Civilización Caral y llevó a que se propagara el interés.

HISTORIA Y GEOGRAFÍA

El Antiguo Perú ha sido reconocido como una de las seis áreas del mundo que observó el desarrollo indígena de la civilización, y una de las dos del Hemisferio Occidental, junto con Mesoamérica. Caral-Supe ha ampliado el horizonte de las civilizaciones complejas en la region peruana por siglos. La cultura Chavín, ca. 900 a. C., fue largamente considerada la primera civilización del subcontinente, y es aún citada como tal de manera regular en trabajos generales.

El descubrimiento del Norte Chico ha cambiado el foco de atención de las zonas altas de los Andes (donde Chavín, Huari, Tiahuanaco y los Incas tuvieron sus mayores centros); hacia la Costa o la región litoral. Caral-Supe se ubica en el área norcentral de la costa, a aproximadamente 150 km a 200 km al norte de Lima, extendida aproximadamente hasta el valle de Casma hacia el norte y hasta el de Lurín por el sur. Comprende cuatro valles costeños: Huaura, Supe, Pativilca y Fortaleza; los sitios conocidos se encuentran entre los últimos tres valles, que se forman en una llanura costera común. Los tres valles principales cubren sólo 1.800 km², y las investigaciones han enfatizado la densidad de los centros poblados. La costa peruana aparece como un candidato "improbable, incluso aberrante" para el desarrollo "prístino" de la civilización, comparado a otros centros mundiales. Es extremadamente árido, lindado por dos sombras orográficas (causadas por los Andes al este y el anticiclón del Océano Pacífico por el este). De cualquier modo, la región es cruzada por más de 50 ríos que transportan el agua de la cordillera, y el desarrollo de la irrigación extensiva a partir de estas fuentes parece ser decisivo en la emergencia de Caral-Supe. Todos los yacimientos de arquitectura monumental fueron hallados cerca de canales de irrigación.

El fechado con radiocarbono hecho por Jonathan Haas y colaboradores halló que 10 de 95 muestras tomadas en las áreas de Pativilca y Fortaleza dieron fechas anteriores al 3500 a. C.; el más antiguo, fechado al 9210 a. C., provee "limitadas indicaciones" del asentamiento humano durante el Arcaico Temprano. Dos fechas del 3700 a. C. están asociadas con arquitectura comunal, pero parecen ser anómalos. Es a partir del 3200 a. C. en adelante que aparecen claramente el asentamiento humano a larga escala y la construcción comunitaria. Mann, en una revisión de a literatura en el 2005, sugiere "algún momento antes del 3200 a. C., y posiblemente antes del 3500 a. C." como fecha inicial del periodo formativo de Caral-supe. El nota que las fecha más temprana asociada con certeza a una ciudad es el 3500 a. C., en Huaricanga, en el área norteña de Fortaleza, basado en las fechas de Hass.

CARAL: CUNA DE LA CIVILIZACIÓN ANDINA

Se ha planteado sobre Caral que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por los jefes o representantes de dichos linajes (Shady, Dolorier y Casas 2000) en donde uno de ellos sería el "principal" (¿curaca?) y los otros sus contrapartes. Los curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio (Shady, Dolorier y Casas 2000). Caral debió ser la cabeza de toda esta red.

Lo que los mantuvo unidos fue la religión, que se usó como medio de cohesión y coerción (Shady 2004). La religión en esa época fue la política del estado para el control de la población (Shady 2004), de la producción de bienes y su circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural (Shady 2004). Las periódicas reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural (Shady 2004).

Todo lo anterior es la base de la civilización andina y están presentes en Caral como los exponentes más antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, como la reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial (ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos, entre las más destacadas.

CARAL: 
LA CIVILIZACIÓN MÁS ANTIGUA DE AMÉRICA

1 comentario:

Blog ideal de informática y cultura dijo...

una civilización sorprendente. Gracias por la info, una entrada muy buena e útil como siempre Supermendo.
Saludos!

Polo.-