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miércoles, 7 de marzo de 2018
HISTORIA DE LA GUILLOTINA
GUILLOTINA
La guillotina era una máquina utilizada antiguamente para aplicar la pena capital por decapitación.
Aunque está asociada popularmente con Francia y la Revolución de 1789, durante la cual ocupó un papel fundamental (especialmente en el periodo del Terror), se utilizó también en otros países europeos como Reino Unido, Bélgica, Suecia, Italia y Alemania hasta bien entrado el siglo XX.
Funcionamiento
Aunque la decapitación manual, mediante espada o hacha, se ha utilizado desde tiempos remotos, la decapitación mecánica no parece ser tan antigua. Es conocida por el frecuente uso que recibió durante la Revolución francesa, durante la cual miles de personas fueron ejecutadas a través de ella.
La guillotina tradicional consiste en un armazón de dos montantes verticales unidos en su parte superior por un travesaño denominado chapeau (sombrero), que sostiene en alto una cuchilla de acero con forma triangular con un lastre (mouton) de plomo de más de 60 kilogramos en su parte superior.
En su parte inferior se dispone un cepo de dos medias lunas (fenêtre), de las cuales la superior es móvil. Justo detrás de la máquina hay una plancha de madera que actúa como báscula. Hasta el siglo XX, era común que la guillotina estuviera elevada sobre un cadalso y pintada de rojo. Una ejecución puede completarse en menos de un minuto.
En un principio el corte de la hoja era horizontal, pero debido a los fallos en las pruebas realizadas con cadáveres se inclinó el filo para que cortase el cuello eficazmente. El reo es acostado sobre la báscula posterior y empujado al trangallo o cepo, donde su cuello queda aprisionado; el verdugo acciona un resorte y la cuchilla cae sobre el cuello, separando la cabeza del tronco a la altura de la cuarta vértebra cervical. La cabeza, ya separada, es recogida en un saco de cuero (y no en un cesto, como tantas veces se ha visto en películas).
Se cuenta que la inclinación de la hoja de la guillotina habría sido recomendada por el propio Luis XVI (que murió finalmente guillotinado en la Revolución francesa). Esta leyenda se debe a la relación que hace de los hechos el verdugo de París Charles-Henri Sanson (ejecutor de Luis XVI) en sus memorias apócrifas redactadas y publicadas por su nieto en 1889.
Historia
Los métodos de ejecución antes de la guillotina
No se puede eludir el contexto en el que aparece la guillotina, cuyos promotores obraban movidos por consideraciones humanitarias fundadas. Antes de la guillotina, en Francia como en toda Europa, los métodos de ejecución legales implicaban una alta e inevitable dosis de tortura y agonía para el reo. Las ejecuciones eran también un espectáculo público muy aceptado, que había que hacer durar para gusto de los espectadores.
En el siglo XVIII en Europa, aunque el uso de la guillotina ya existía de manera limitada en algunos países, se ejecutaba mediante la rueda, el desmembramiento (reservado en Francia a los regicidas pero extendido a los participantes en revueltas políticas), el ahorcamiento, la combinación conocida en el Reino Unido como hanged, drawn and quartered (ahorcado, arrastrado y descuartizado), y la flagelación. Muchos de estos métodos se siguieron empleando hasta el siglo XIX. En Francia y en España, la decapitación con espada o hacha se reservaba para los miembros de la nobleza.
Historia de la guillotina
Su nombre proviene del cirujano francés Joseph Ignace Guillotin, diputado en la Asamblea Nacional, que la recomendó para su uso en las ejecuciones en sustitución de los métodos tradicionales; de ahí deriva el nombre de guillotina. Sin embargo, no fue su inventor, puesto que máquinas parecidas ya se habían utilizado en Bohemia durante el siglo XIII, Alemania (llamada Fallbeil), Escocia (la Maiden de Edimburgo), Inglaterra (el gibbet de Halifax) y los Estados Pontificios desde el siglo XV. En Italia se la conocía con el nombre mannaia, según la descripción publicada en 1732 en Viajes a España e Italia, del padre jesuita Jean-Baptiste Labat, y en el Voyageur français, del abate Joseph Delaporte, publicado en 1777.
Para evitar al condenado sufrimientos inútiles, Guillotin propuso a la Asamblea (octubre de 1789) la adopción de la máquina, pero no fue escuchado. Insistió y pidió al secretario de la Academia de Cirugía, el doctor Antoine Louis, que diseñara una máquina basada en las ya existentes en otros países europeos. La fabricación fue encargada al fabricante de clavicordios alemán Tobias Schmidt, asesorado por su amigo, el verdugo de París Charles-Henri Sanson. En abril de 1792, fue ensayada primero con ovejas y luego con cadáveres en el hospital de Bicêtre, en París. Antoine Louis modificó la cuchilla horizontal por otra con forma oblicua, de mayor efectividad en el corte.
La Asamblea Nacional adoptó el uso de la guillotina a fin de que la pena de muerte fuera igual para todos, sin distinción de rangos ni clase social. En efecto, hasta entonces solo los miembros de la aristocracia tenían el privilegio de ser ajusticiados sin agonía: eran decapitados con una espada o un hacha, mientras que los plebeyos lo eran por ahorcamiento, estrangulación o, en el peor de los casos, al ser destrozados en la rueda. En un principio, Marat había apodado la máquina Louison o Louisette (diminutivo femenino del nombre Louis). Se estima que unas 1119 personas fueron decapitadas en la Plaza de la Concordia durante la Revolución Francesa.
El primer ajusticiado de esta forma fue un bandido de caminos llamado Nicolás Jacques Pelletier, el 25 de abril de 1792. La última ejecución efectuada en Francia con este método tuvo lugar el 10 de septiembre de 1977; el ajusticiado se llamaba Hamida Djandoubi y era un inmigrante tunecino que había asesinado a su ex-novia.
La leyenda según la cual el doctor Guillotin habría muerto guillotinado es falsa; falleció de un carbunco en su domicilio el 26 de marzo de 1814. Aparentemente, el mito que ha existido sobre que Guillotin murió víctima de su propio invento tuvo su origen en que una persona del mismo apellido fue decapitada en Lyon.
El uso de la guillotina finalizó con la abolición progresiva de la pena de muerte en Europa. En Suecia, la guillotina dejó de ser utilizada en 1910, en Bélgica en 1918, en la República Federal de Alemania en 1949 y en la República Democrática de Alemania en 1969. Después de sucesivas movilizaciones por parte de organizaciones de derechos humanos, y siguiendo las recomendaciones del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, la pena de muerte fue abolida en Francia por el presidente de la República François Mitterrand en 1981. El 19 de febrero de 2007, el Parlamento francés modificó la Constitución para que reflejara la abolición de la pena de muerte.
En 1996, el legislador demócrata estadounidense Doug Teper, representante del Estado de Georgia, propuso sustituir la silla eléctrica por la guillotina a fin de evitar todo sufrimiento al condenado y permitir la donación de órganos. La propuesta fue rechazada por considerar que la guillotina es un método salvaje por lo sangriento.
EJECUCIÓN DE MARÍA ANTONIETA
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