PERREO:
EL BAILE DEL "PERRITO"
El perreo es un estilo de baile. Puede ser rápido y agresivo o lento. En cualquier caso, la actitud de los participantes es de bailar como si estuvieran tratando de seducir a la pareja en medio de la pista de baile con movimientos lascivos y sensuales, incitando la mimica de posiciones sexuales.
El perreo es visto como un baile obsceno, inmoral, vulgar y marginal tanto por el contenido de sus letras y por los movimientos eróticos y sexuales. Asimismo, el perreo también es rechazado porque es bailado por jóvenes de clase baja o delincuentes, que encuentran en este baile una expresión de su barrio.
También es criticado porque ofende y denigra a las mujeres. Además, exalta el sexo, las drogas, el alcohol y el dinero; incitan también al odio y a la infidelidad y, por último, rechazan situaciones injustas, amores perdidos, diferencias sociales y el racismo. En la actualidad diversos países de habla hispana han prohibido el perreo porque es catalogado como un baile promotor del sexo y la delincuencia en la sociedad.
Etimología
La danza se conoce como perreo, por imitación de los movimientos del coito en la postura del perro. El nombre debió popularizarse en 1996, aunque diferentes fuentes señalan orígenes y tiempos distintos. Otra versión es que toma su nombre del movimiento característico de apareamiento de muchos animales. Especialmente de la forma y movimiento en que los canes machos se acoplan encima de la hembra. El baile también es denominado frecuentemente mediante la metáfora «sexo vestido, sexo con ropa o faje».
Términos relacionados
También se emplea el verbo «perrear», un neologismo, que significa «bailar perreo». Al hombre que baila perreo se le llama «perro» y a la mujer «perra», y más raramente «gata». Este nombre es fuente de muchos juegos de palabras, como por ejemplo «el perro entre las gatas». A las strippers que bailan perreo se las denomina «gata sandunguera». Al igual que en Cuba se le denomina «culipandeo», relacionándolo con el acto sexual, ya que estos tres países se caracterizan por tener una forma de baile muy peculiar y original, también República Dominicana y Puerto Rico se caracterizan por esto. La forma de culipandeo de estas tres naciones se caracteriza por expresar seducción a la pareja con movimientos suaves y muy sensuales.
Términos en inglés
El nombre grinding (en inglés «moler» o «picar») proviene de que los que bailan mueven su pelvis en un movimiento rítmico (como al moler, o picar) friccionándose con las de los demás. Booty dancing (similar a «bailar con el culo») viene de la expresión jerga afroamericana booty («culo», «coño», «sexo»). Bumping («impacto»), freak dancing («baile desenfrenado»), houseing (del estilo musical House) se utilizan con menos frecuencia y "twerk".
Origen del baile
El perreo se originó probablemente a finales de la década de 1990 en República Dominicana, pero se extendió rápidamente a otros países cercanos como Puerto Rico, Cuba, Colombia, Venezuela abarcando así, actualmente, casi la mayoría de los países de habla hispana, incluyendo a España. El objetivo del baile es realizar representaciones provocativas del acto sexual contra las costumbres aceptadas por la sociedad. En cualquier caso, la actitud de los participantes es de bailar como si estuvieran tratando de seducir a la pareja en medio de la pista de baile con movimientos lascivos y sensuales.
Desde República Dominicana se extendió rápidamente a Cuba y, a través de turistas, a los Estados Unidos.
En la actualidad el baile se practica principalmente en Latinoamérica, particularmente en las zonas turísticas de la República Dominicana, Puerto Rico y en Cuba, así como en los lugares de Estados Unidos en los que también se practica el merengue o la salsa: Los Ángeles, Nueva York y Miami.
Movimientos
El perreo no tiene reglas o coreografías prefijadas, aunque algunos han tratado de hacer una cierta sistematización. Sin embargo hay unas normas no escritas de la apariencia que debe de tener el baile para que se le llame perreo.
Las técnicas fueron adoptadas por el perreo a partir de los vídeos musicales del Dembow Dominicano: las rodillas ligeramente flexionadas, el hombre tiene movimientos sueltos y realiza gestos típicos, y la mujer le provoca agitando vigorosamente las caderas. Algunos pasos se han tomado prestados de bailes latinoamericanos más antiguos como la salsa y el merengue, en los que también se encuentran contoneos de cadera y el descender flexionando las rodillas para luego subir.
Además, incorpora movimientos tomados de diferentes posturas sexuales: el hombre se arrima desde atrás a la mujer y ajustan y frotan sus caderas y genitales, la mujer se agacha delante del hombre para colocarse como los perros en la cópula, se ponen frente a frente y abrazan los muslos del compañero con los propios, el hombre se tumba en el suelo y la mujer se arrodilla sentándose sobre su pelvis y mueve su cadera en círculos; las posturas en el perreo sólo están limitadas por lo que se permitan los participantes y su agilidad.
Protestas y provocación
Al contrario que en otros estilos de baile, el contacto genital no sólo está permitido sino que incluso se busca explícitamente.
La sociedad respondió al perreo con disgusto y rechazo. Algo diferente sucedió en los Estados Unidos. En el año 2000 se falló una sentencia del Tribunal Supermo en Atlanta con cierta polémica: El club juvenil «Market» fue cerrado, su directores Cliff Levingston y Taylor Williams fueron condenados a prisión. El desencadenante fue el organizar sesiones de baile en los que menores –algunos niños de diez años– practicaban booty dancing. En diferentes escuelas se cancelaron o prohibieron sesiones de baile porque los jóvenes bailaban grinding. Y aunque el estilo de baile de connotaciones sexuales como el booty dancing en la jurisdicción estadounidense no fue ni cuestionado ni aprobado por su similitud con la cópula, «pudo sin embargo fomentar los prejuicios, particularmente concernientes a la promiscuidad» y erosionar así la credibilidad de los testigos en un juicio con jurado.
En la Argentina, Showmatch, el programa de mayor éxito del país, recibió denuncias por presentar niños de 9 y 10 años bailando perreo.
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EL BAILE DEL "PERRITO"